jueves, 28 de octubre de 2010

Auschwitz...


Hoy día mi vigorizante y tonificante sesión de sueño fue interrumpida súbitamente por un mensaje de texto, el cual rezaba, en un tono sutil, relajado y sobretodo educado: Que pedo Luis, ¿Dónde estás? ¿Vas a entrar con Betarro? (sublime profesor de ética y práctica, que tiene un estilo muy particular para impartir su cátedra, cuyo nombre por cierto es Bertardo, curioso, ¿no?). En ese momento estaba enfurecido pensando que habían despertadome a muy altas hora de la madrugada pero resultó que eran casi las 10 de la mañana; no conteste restándole importancia al asunto, ya que hablada únicamente de tan miserable clase, cuya hora de entrada había pasado hace algún tiempo. Entonces me puse en pie y retome mi diario devenir, me encamine a la cocina por un poco de té verde™ y a encender el ablandador de agua, pero al pasar de piloto a encendido una llamarada de descomunales dimensiones amenazo con reducir mis cautivadoras cejas y curvilíneas pestañas a nada más que cenizas, lo que me obligaría a pintármelas finas y delgadas con un lápiz delineador, como mi maestra de historia en la secundaria, su nombre Nelly, un saludo donde quiera que se encuentre.
Seguido de este sobresalto, procedí a comerme un bolillo para el susto, en medio de él: milanesa, frijoles, chile serrano, quesillo y un poco de mostaza, y llamar indignado a la compañía de gas, en la que muy amablemente ofrecieron mandarme a la brevedad un muy capaz y puntual técnico especializado en llamas descomunales amenazadoras de cejas. La larga espera degeneró en una impaciencia, lo que me obligo a revisar mi correo electrónico y el ‘mensajero’, la misma amiga que horas antes había decidido interrumpir mi sueño rejuvenecedor estaba ahí, tan frágil y delicada ella, lo que me obligo a clavarle una estaca en el corazón y disparar tres docenas de balas de plata sobre todo su cuerpo, obviamente todo en sentido figurado. Le pregunte a que se debía tan insistente y madrugador mensaje. Y era una invitación a la aventura, me invitaba a recorrer el mundo en un globo de aire caliente, mientras aprendíamos de las esquivas artes de la necromancia. (En realidad me invitaba al cine, con un vocabulario muy fino, ella) a lo que le respondí afirmativamente, pensando en la puntualidad y rigurosa precisión del técnico este. Una hora pasó y no tuve más remedio que cancelar mi encuentro casual con la antes mencionada colega.
Mientras revisaba algunos asuntos personales, escuche a lo lejos que alguien conversaba con mi vecino, esta persona desconocida le planteaba la posibilidad de que en su domicilio estuviera ocurriendo, sin que todos los habitantes del departamento se dieran cuenta, una incontrolable fuga de gas licuado de petróleo, en eso al percatarme de la incompetencia del individuo este de tocar en la puerta correcta, me asome y le dije: ‘es aquí, gracias por acudir en mi auxilio fiel mozuelo’. Esta criatura generosa en carnes, vestía un uniforme que en algún momento fue de tonalidades cafés y que ahora se marchitaba lentamente con su dueño como si una extraña maldición los hubiese fundido en uno sólo. Arrebatándome las palabras de la boca, musito: ‘Es arriba verdad’ a lo que me limite a contestar (¡NO  Bodoque!, es en el sótano, ahí tenemos el área de calderas con un tanque de quinientos mil litros que esta a punto de estallar y usted no muestra ni dejo de preocupación por la vida de tantos inocentes que dependen de sus rollizas manos), Si es arriba sígame; y así lo hizo, subió y reparó la fuga, mientras lo hacía le comente lo de la llama vaciladora que me había atacado y a que se debía, a lo que se limito a responder: ‘chale joven, sabe que cuando el regulador deja de funcionar el gas pasa directo y puede provocar la explosión del boiler’ (‘boiler’ dice, como si fuera un docto en el idioma inglés), lo que me lleno de terror, tan cerca estuve de morir calcinado y peor aún sin una bonita pijama a rayas como en auschwitz.

PRIORIZANDO!

INSTRUCCIONES para descubrir qué necesitas (y además, poner en orden tu vida): Ve a Google y pon en el buscador "[Tu nombre] necesita" (no olvides las comillas) y copia los primeros 10 resultados.

Luis necesita:

1.- Luis necesita vivir. (vivir rápido y morir jovén, a webo)
2.- Luis necesita ayuda. (psiquiátrica, profesional, legal, laboral, etc.)
3.- Luis necesita intervención federal. (estatal y municipal)
4.- Luis necesita un plan. (de guadalupe, de iguala y de ayutla)
5.- Luis necesita tu apoyo & oraciones. (y enciendanle una vela a San Charbel por mi alma pecadora)
6.- Luis necesita un Mc Donald's. (y un Mctrío pero de los otros)
7.- Luis necesita ganar ante un universitario de Perú. (Así que manden una hoja de coca por eso de la altitud)
8.- Luis necesita un milagro momumental. (mejor un monumento en el parque central, como el de capulina)
9.- Luis necesita un asistente. (a este si le atinarón, urge, inúltil presentarse sin documentos)
10.- Luis necesita una operación de corazón. (por que este marcapasos ya anda fallando)

miércoles, 27 de octubre de 2010

Vampiros, Momias & Hechizos...


Para los que aún no lo saben he tenido infinidad de domicilios en mi corta & garbosa vida, muchos códigos postales han adornado mi insigne credencial de elector, lo que debe ser una pesadilla para la secretaría de hacienda y crédito público que me sigue el rastro sinuosamente y no dudo que muy pronto logren atraparme con los millones de dólares producto de la evasión fiscal de las cientos de compañías transnacionales a mi cargo; pero ese será tema, en otra ocasión mas amena. Lo que quiero contarles el día de hoy es que la antigua colonia donde solía radicar era de las más elegantes y ostentosas en la ciudad, donde me codeaba con personas de la mas alta estirpe y abolengo, la gente que te topabas al salir del edificio (que regresaban del ‘mall’ o de haber estado 3 horas ejercitándose en el gimnasio porque siempre lucían una figura muy estilizada, muy espigadita) muy finitas de su cara que por supuesto te remontaba a remotos lugares del viejo mundo (porque asumámoslo muchos mexicanos no son así), al salir a la calle no había ni partícula de basura en el suelo, los arbustos de ornato finamente podados, una venus de milo por aquí, el pensador de rodin por allá, y ¿por qué no? un discóbolo de mirón* más allá al fondo, autos último modelo hasta donde alcanza la mirada y selectos restaurantes abundaban en la zona. 
  *¡Ay! el discóbolo, tan impúdico el muchacho... prosigamos despues de este breviario cultural.
 
Pero había un inconveniente, la zona es muy transitada, muy ruidosa, provocaba estrés (pero de ese estrés post-traumático en el que cualquier ruido, así fuera el de palomitas reventando en el microondas, te suena a verdadero tiroteo afuera de tecnológico en Cd. Juárez). No, la verdadera razón es que mis ‘roomies’ por motivos de trabajo se trasladaron allende las fronteras, entonces me mudé a una colonia de corte más modesto, más austero, una colonia popular. Que de popular no tiene nada, por que según las series gringas la gente popular tiende a ser de recursos ilimitados, gente ‘bonita’, gente bien (cómo dirían por ahí), pero esta colonia, ni una, ni la otra. Y pues mientras ustedes llegan a la universidad en sus ‘rolls royce’  o ya de perdis en un lamborghini murciélago, uno atento a las últimas tendencias en salud y fitness, camino a la facultad, muy conveniente y sobre todo muy salutífero. Pero caminar también tiene su lado malo, caminar y sobre todo con los audífonos puestos y a todo volumen puede resultar muy peligroso y ¡letal! lo bueno es que no es mi caso, ya que yo siempre voy muy atento al caminar, viendo a ambos lados antes de cruzar las grandes y caudalosas avenidas, observando detenidamente todos los detalles por más insignificantes que estos pudieran parecer, y oh! sorpresa, miren con lo que uno se puede topar si no cuidamos nuestros inexpertos y virginales ojos de topo nariz estrella.
Primero que nada, cientos, si no es que miles de Señoras memeleras, que mas que una molestia, son ángeles disfrazados de Sra. Memelera encargados de llevar alegría a todos los hogares; con sus mágicos conjuros de manteca & masa hacen las delicias de chicos y grandes. (No hay foto de ellas por que las muy puercas & evasivas, liberaron un emjambre de abejas africanizadas programadas para atacar a cualquiera que osé con siquiera acercarse a su soberana majestad)
Otra plaga esparcida, cual vomito de bebé en la alfombra de la sala, es la de las millones de tiendas, misceláneas y verdulerías, tan originales ellas, cientos de estás con nombres cómo ‘La pasadita’, ‘Doña Mary’, ‘La primera’, ‘Juquilita II’, nombres feos para tiendas aún mas feas, polvorientas, desabridas e insulsas. (igual que sus dependientes/tas).

Estoy a favor de que las personas con alguna discapacidad de cualquier índole se superen y logren así brindarles un futuro mejor a su familia (a poco no soné así de ‘gobierno federal’) pero por que ponerlo en el anuncio. ¡Que lástima!, que brillen por su carencia y no por sus talentos, seguramente es un diestro maestro odontólogo.

 ¡¿?!


Otra, si no saben inglés mejor no lo pongan o asesórense y ahórrenos la molestia al 99% porciento de la población mexicana ¡que si sabe!, de leer tamaña barbaridad. Que bonito sonaría ‘Estética Elegancia’ un lugar con clase… Noten el techo todo carcomido, una vergüenza, como diría mi señora madre.

Y ya para rematar, uno buscando calma, serenidad y tranquilidad en un nuevo vecindario, y vean. Tengo una maldición; pero yo mismo me la he ganado a pulso por abrir la caja de pandora y como media docena de sarcófagos egipcios encantados por el mismísimo tutankamón para que nadie interrumpiera su sueño milenario y su paso a la otra vida, pero ahí va uno de necio.

Yo quiero la cabeza de batman en mi caribe '92.

domingo, 24 de octubre de 2010

Indignación es la palabra...


Sábado era el día, muy soleado y apaciguado él. Un día perfecto para salir, caminar, recorrer bellas calles y conocer a pintorescas personas; un día que invitaba a la reflexión de lo bueno del pasado & del sombrío, lóbrego y tenebroso futuro que a todos acongoja (cómo diría mi abuela solo tenemos el hoy, mañana quién sabe), pero como soy 'solo' la ocasión me incitaba únicamente a quedarme en casita, cubrirme de cuanta manta, cobertor, frazada y edredón tuviera a la mano, abrir una abultada bolsa de doritos y recluirme en los embrutecedores efectos de mi otrora cómplice de desvelos, la televisión (casi ya no la frecuento, es más me cae mal, como ese primo lejano que sólo vemos las navidades o en la muerte de algún familiar igual de lejano, con el cual no tienes el mas mínimo interés de hablar pero que tu papá/mamá tienden a insistir, 'Ya saludaste a tu primo, hijo/a'). 
 Procedí a encenderla y a recorrer la infinita oferta de canales con propuesta, que me ofrece la señal abierta (¡esa es la razón por la cual deje de frecuentarla!, es una lástima, tan talentosa ella.) y un logo conocido me hizo detenerme en cierto canal, que no mencionaré, por respeto. Era el logo de 'Nickelodeon', pero aguarda un segundo ¿Que hace el logo de Nickelodeon en el canal 5? me pregunte, y esa pregunta desencadeno un suplicio y castigo divino que duro alrededor de una hora. Pero ¿por que? desperdicie una hora de mi vida viendo una vomipurgativa adaptación de los 'Nickelodeon's Kids Choice Awards' se preguntaran. Pues la única razón válida que encuentro a esta penosa situación es que me vi obligado a advertir a mis amigos, familia, conocidos y allegados, a alejar sus inermes miradas e indefensos cerebros, de tan funesto espectáculo (de sangre y horror).
Un interminable desfile de las mas preciadas y respetadas 'estrellas' de Teidiotiza Televisa, muy acartonadas y de torpes movimientos en el escenario por cierto. Pero mi hígado llegaba a límites casi letales cada que intervenían unas dantescas e indescriptibles criaturas que responden a los nombres de Omar Chaparro & Anahí. El primero, (¿quién le dijo que es gracioso? su mamá seguramente), se la paso diciendo vulgaridad tras otra, y la fulana vestía un ropaje que haría ruborizar a las mas pedestres meretrices, en un programa para niños por el amor de dios. 
Afortunadamente los créditos finales empezaron a aparecer en pantalla lo que evitó que arrojara por la ventana tan preciado electrodoméstico (mas valioso aún, ahora que chabelo los regala a diestra y siniestra en su 'show' como sabe que quedaran total y absolutamente obsoletos en ¿que les gusta? 2 años, si no es que menos) que ahora únicamente cumple una función decorativa en la casa de ustedes.

sábado, 23 de octubre de 2010

Hoy una de... TERROR!

La noche de ayer aparentaba ser tan insípida como todas las de está última semana, pero oh! sorpresa, estaba muy equivocado pues al entrar al servicio (baño, tocador, toilette o como quieran llamarle) me lleve la impresión de mi vida; el rollo (que papel higiénico, ni que ocho cuartos. Rollo a secas ¿por qué no?) estaba rotunda & completamente consumido por diversas & divertidas causas y/o personas que no comentare, por respeto. En ese momento tomé mis llaves & la billetera, emprendiendo así otro épico viaje a las entrañas de walmart a muy altas horas de la noche. Me adentre hasta los mas oscuros confines del área de artículos de limpieza, tomé el inconmensurable paquete de 24 rollos & me aleje de ahí lo más rápido que pude. Una vez en la zona de cobro (a salvo), en la apacible y flemática fila; mi mirada fue cautivada por toda una serie de maravillosos, psicodélicos y coloridos productos a tan solo $10.00 cada uno, en este mar de cajas, celofán & cartón, esta singular caja de cereal fue la que captó mi atención.


Está caja de cereal que miraba a las otras con soberbia & altanería, hizo que decidiera a llevármela a casa, emocionado me apresure a llegar, para probar tan suculenta vianda. En cuyo empaque se alcanzaba a leer: 'Su delicioso y crujiente sabor te ayuda a consumir las tres porciones de grano entero que necesitas al día, y lo mejor ¡de una manera deliciosa!'. Puras mentiras, una falacia tras otra, maldita caja fruto de una convincente estrategia publicitaria, habílmente planeada para aprovecharse de las de personas con problemas de tránsito lento e intestito perezoso, como yo.
El primer gusto de tan monstruoso producto era de forraje puro, una delicia para las miles de cabezas de ganado alrededor del mundo, pero no apto para consumo humano; aún así decidí darle una segunda oportunidad, imaginando que al agregar leche & ¿por que no? una pieza de plátano, su sabor mejoraría.


Gran error, ahora en lugar de tener un tazón lleno de hojuelas sabor zacate, tenía un tazón lleno de cartón corrugado y mojado. Definitivamente no iba a introducir tamaña dispepsia a mi sistema digestivo (así que decidí condenarme a una eternidad de tormento, tortura & suplicio a lado del lúgubre tirano de los infiernos) y entonces hice lo que toda persona sensata haría, en mi situación. Botarlo!


Eso es, regresa a la basura, de donde nunca debiste haber salido.

viernes, 22 de octubre de 2010

Por andar distraido... Me pasó

Era un mágico día como cualquier otro, acababa de regresar de atender ciertos asuntos. Ya el reloj marcaba las 2:15 & debía estar a las 3:00 en mi clase de descentralización y federalización administrativa (en la que me he dado cuenta que todo lo que enseñan en la universidad se queda en el plano de las ideas; irrealizables pues, pero eso será tema de otra entrada (?)) a la que asisto ansiosamente, ávido de conocimiento sólo para decepcionarme diariamente con la pobre dicción & mediocre expresión verbal (& corporal de dicho profesor). Retomando, ya con el tiempo 'comiéndome' empecé a preparar mis sagrados alimentos; procedí a encender la estufa, colocar una ínfima cantidad de aceite en él; mientras se calentaba hasta alcanzar altas temperaturas, me dispuse a preparar mi agua de [inserte sabor aquí] & sacar las mas finas y exóticas especias y condimentos para la insípida pechuga aplanada del wal-mart; con mil y un cosas en la cabeza aunado a esto la estrepitosa música de la 98.7 (fue lo único que me dio tiempo de sintonizar con las prisas). Estaba en un plano diferente al habitual, el tenso ambiente se cortaba con un cuchillo para mantequilla, presentía que algo estaba por suceder, el sartén en mancuerna con el aceite se encontraban al rojo vivo; la pechuga con cara de 'no me comas'; Martha Debayle balbuceando algo de las proteínas y los ciclos dietéticos; yo con la mirada ausente eche a la sollozante pechuga al sartén que de inmediato empezó a chirriar de dolor, sin detenerme a pensar un segundo que yo era el siguiente, con un torpe movimiento de mi mano, estampe la misma sobre una ardiente masa de metal & teflón; rápidamente la aparte de ahí por lo que sólo alcanzo a quitarme un trozo de epidermis, y la coloque directo sobre el chorro de agua del fregadero (por cierto el agua por alguna extraña razón estaba tibia agrandando el efecto de dolor sobre mi mano excesivamente sensible); días antes había estado comentando con unos amigos el fallido pensamiento mágico para infinidad de cosas y/o sucesos, entre ellos el proceder ante una quemadura de tenue intensidad, miles de cosas tomaron por asalto mi cabeza: mostaza, pasta dental, mantequilla, margarina, papa, tomate, pero ninguna de ella parecía ni remotamente efectiva o conveniente ante mi penosa situación; por lo que enfrié un poco de agua con los dos últimos hielos que había en mi nevera y coloque mi mano un par de minutos, lo que alivio significativamente mis males. Termine de preparar mi sustento con mi última mano sana & a las carreras y como pude alisté mis instrumentos (de tortura) escolares. Saliendo así con el tiempo justo para llegar, para llegar tarde por supuesto, pero oh! sorpresa, el salón completamente vacío, vacío como billetera en vísperas de la quincena.