domingo, 24 de octubre de 2010

Indignación es la palabra...


Sábado era el día, muy soleado y apaciguado él. Un día perfecto para salir, caminar, recorrer bellas calles y conocer a pintorescas personas; un día que invitaba a la reflexión de lo bueno del pasado & del sombrío, lóbrego y tenebroso futuro que a todos acongoja (cómo diría mi abuela solo tenemos el hoy, mañana quién sabe), pero como soy 'solo' la ocasión me incitaba únicamente a quedarme en casita, cubrirme de cuanta manta, cobertor, frazada y edredón tuviera a la mano, abrir una abultada bolsa de doritos y recluirme en los embrutecedores efectos de mi otrora cómplice de desvelos, la televisión (casi ya no la frecuento, es más me cae mal, como ese primo lejano que sólo vemos las navidades o en la muerte de algún familiar igual de lejano, con el cual no tienes el mas mínimo interés de hablar pero que tu papá/mamá tienden a insistir, 'Ya saludaste a tu primo, hijo/a'). 
 Procedí a encenderla y a recorrer la infinita oferta de canales con propuesta, que me ofrece la señal abierta (¡esa es la razón por la cual deje de frecuentarla!, es una lástima, tan talentosa ella.) y un logo conocido me hizo detenerme en cierto canal, que no mencionaré, por respeto. Era el logo de 'Nickelodeon', pero aguarda un segundo ¿Que hace el logo de Nickelodeon en el canal 5? me pregunte, y esa pregunta desencadeno un suplicio y castigo divino que duro alrededor de una hora. Pero ¿por que? desperdicie una hora de mi vida viendo una vomipurgativa adaptación de los 'Nickelodeon's Kids Choice Awards' se preguntaran. Pues la única razón válida que encuentro a esta penosa situación es que me vi obligado a advertir a mis amigos, familia, conocidos y allegados, a alejar sus inermes miradas e indefensos cerebros, de tan funesto espectáculo (de sangre y horror).
Un interminable desfile de las mas preciadas y respetadas 'estrellas' de Teidiotiza Televisa, muy acartonadas y de torpes movimientos en el escenario por cierto. Pero mi hígado llegaba a límites casi letales cada que intervenían unas dantescas e indescriptibles criaturas que responden a los nombres de Omar Chaparro & Anahí. El primero, (¿quién le dijo que es gracioso? su mamá seguramente), se la paso diciendo vulgaridad tras otra, y la fulana vestía un ropaje que haría ruborizar a las mas pedestres meretrices, en un programa para niños por el amor de dios. 
Afortunadamente los créditos finales empezaron a aparecer en pantalla lo que evitó que arrojara por la ventana tan preciado electrodoméstico (mas valioso aún, ahora que chabelo los regala a diestra y siniestra en su 'show' como sabe que quedaran total y absolutamente obsoletos en ¿que les gusta? 2 años, si no es que menos) que ahora únicamente cumple una función decorativa en la casa de ustedes.

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