jueves, 11 de noviembre de 2010

¡Voy o no voy! sin boletazo...




Como siempre o casi siempre ando desveladísimo por que ayer estaba configurando mi teléfono para poder actualizar mi twitter a través de un SMS y por el módico precio de ochenta y ocho centavos de peso mexicano, no argentino, no uruguayo, no quetzales, sino mexicano. Y ahí estuve haciéndome bolas por horas hasta que al final lo logré y ya puedo actualizar mi estado en tiempo real ¡ALBRICIAS! (pronto será desde un Smartphone lo prometo solemnemente), además como el cuatrimestre empieza a agonizar estoy hasta el cuello de cosas por hacer tales como: mi tarea, dos exposiciones, resúmenes, quemar siete aldeas enemigas, salvar cinco planetas de ser destruidos por el flujo magnético de su estrella en decadencia, vacunar a un elefante, etc. asi que no he podido cerrar mis pispiretos ojitos en muchas noches.
Pero en general todo marcha bien, salvo cuando no, por que mis abuelos cumplen 50 años de casados y estoy invitado con todos los gastos pagos a tan importante evento, lleno de diversión, alegría, lágrimas, discursos llegadores que aparecerán al irse la sobriedad, en fin todas esas cosas que hacen memorable a tu familia, pero no iré, así es no iré, por que son 12 horas de viaje para un suceso que apenas durará unas cuantas, en un camión que sufre de bipolaridad climática, que pasa de una calurosa y sudorosa primavera, donde te llegan olores agrios de toda la humanidad que va amontonada en su propia inmundicia, para luego dar paso a una segunda glaciación y te ves envuelto en un invierno perpetuo donde solo los mas aptos sobreviven, nunca falta el bebé que llora todo el camino y que huele a pañal sucio por que la fodonga que tiene por madre va con la baba en la boca y en el quinto sueño, la pareja que va discutiendo todo el camino sobre si cerraron la llave del gas al salir de su casa y bla bla bla. En fin mejor me lo ahorro y ellos se lo pierden, o ellos se lo ahorran y yo me lo pierdo.

 Radiografía de un autobus, a su derecha notará a la antes mencionada madre desnaturalizada y velluda.

Entonces querido público que opinan:
¿Debería Ir y fumarme todos esos olores, ruidos, sensaciones y malestares durante doce horas en un camión?
¿Debería quedarme y festejar aquí mis bodas de plata con mi amado blog?
¿O empezar a hacer mi tarea? Que por cierto es pa’l rato
¿O quizás debería utilizar mis poderes de bilocación para estar aquí y allá al mismo tiempo?
¿o esperar a que cumplan otros 50 años de casados para celebrar bodas de platino?
¿Existen las bodas de platino?
¿Alguien cree aguantar casado tanto tiempo?
¡Quién sabe pero yo no!

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